El periodista y politólogo aragonés Julio Embid firma ‘Con capa y antifaz’, un entretenido ensayo en el que a través de los personajes de Marvel y DC analiza las principales corrientes ideológicas actuales.

con capa y antifaz

Es bastante inusual que nuestros políticos hablen de tebeos, aunque es de sobra conocido que algunos profesan admiración por las viñetas “en la intimidad”. Por eso es del todo remarcable que Julio Embid, director general de Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, se haya lanzado a escribir ‘Con capa y antifaz. La ideología de los superhéroes‘ (La Catarata), un ensayo en el que, bajo la premisa de intentar deducir a qué candidatos (Donald Trump o Hillary Clinton) votaron en las últimas elecciones estadounidenses los superhéroes de Marvel y DC, analiza algunos de los principales debates ideológicos del mundo actual.

«Superman es un soriano que triunfa en Madrid», escribe Embid en el capítulo que dedica al Hombre de Hierro. El autor, que al igual que Clark Kent se crío en una pequeña localidad rural (el Smallville del escritor es Maluenda, en Zaragoza), se mete en la mente del celebérrimo personaje para situarle ante las urnas con la papeleta de Donald Trump. Este es el gancho que le permite hablar de los derechos de autor – al hilo del pleito de Jerry Siegel y Joe Shuster-, de cómo el entorno determina la ética de los individuos – a fin de cuentas, “Superman es un orgulloso agricultor kanseño”- y de los obvios paralelismos mesiánicos del último hijo de Krypton.

Esta misma premisa se aplica al Capitán América, Iron Man, Batman, Wonder Woman, Green Arrow, Supergirl… A partir de algunos de los hitos de estos iconos de ficción, Embid habla de capitalismo, ecología, feminismo, racismo o medios de comunicación. Todo ello trufado de anécdotas de la industria del entretenimiento y con un apartado documental que lo mismo remite a cómics como Superman: Hijo Rojo o estrenos aún recientes en Netflix que a sesudos estudios sociológicos.

Invitación al pensamiento crítico

‘Con capa y antifaz’ no es un tratado exhaustivo sobre el mundo superheróico – Embid se centra sobre todo el la producción audiovisual de la última década- ni tampoco un minucioso manual de ciencia política. Con todo, cumple a la perfección su objetivo, que es hacer una reflexión desenfadada sobre cómo los principales asuntos de la cosa pública tienen su traslación, nada inocente, a la ficción popular. Dice el autor que “los niños y niñas quieren ser como Hulk, como Superman, como Thor o como Wonder Woman”, pero que no hay que perder de vista que “no enseña lo mismo un dios nórdico con un martillo mágico que un multimillonario que se viste de murciélago por las noches para combatir el crimen”. Así que hace una advertencia: escoja a quien escoja, “sea siempre crítico”.

*Artículo publicado originalmente en la revista Z nº62